Qué es la Flora Intestinal

que es la flora intestinal

Aquí leerás 2 cosas que han ayudado a cambiar la vida de muchas personas: primero qué es la flora intestinal y su importancia para la salud, pero la otra es una recomendación mucho más asquerosa e importante…

Seamos sinceros.

A medio mundo le gusta hablar de lo que vió en Instagram, del último consejo saludable que leyó por ahí, de la última serie que está viendo en Netflix o de lo que hizo el fin de semana pasado.

Pero hablar del intestino, de cómo va al baño y todo lo que ello conlleva no es nada sexy.

De seguro que en la última reunión con amigos o familia no comentaste lo de tus gases, hinchazón o ruidos en el vientre cuando comes, ni mucho menos la diarrea que tuviste hoy o el color de tu caca esta mañana.

Es un tema natural, pero confuso y hasta un poco tabú.

Si haces una búsqueda de intestino en google te saldrán un montón de gráficos o diagramas, y si buscas flora intestinal mucho más información confusa.

Pero para responder directamente a la pregunta…

¿Qué es la Flora Intestinal?

En simple, es un grupo de muchos billones de micro bichitos que viven en tu intestino, sobre todo en el intestino grueso, y que le ayudan a tu cuerpo a realizar un montón de funciones importantes para la salud.

Y dos datos importantes más.

Primero, que si piensas que no es importante por ser simplemente un grupo de microbichitos, que sepas que si los pesaras en una báscula -pero no en la de tu cocina por favor- marcaría aproximadamente unos 2 kilos.

En promedio pesaría más que un cerebro normal, y me atrevería a decir que pesa 4 veces más que el cerebro de algunos que yo conozco.

Y segundo, que si no ayudas a mantener en buena forma la cantidad y variedad de esta población que hospedas cual Airbnb en tu intestino, puedes tener problemas de salud y favorecer la aparición de muchas enfermedades.

Por eso hay que tener en cuenta alimentos amigables para el intestino si tienes molestias digestivas, como en esta Dieta Reparadora Intestinal, que le ha ayudado a muchos de mis pacientes.

Esa es la definición corta y rápida de la flora intestinal.

Pero si quieres saber algo más sobre lo que es la flora intestinal, incluyendo algunos consejos para tener tu comunidad de bichitos saludable y esa recomendación mucho más asquerosa e importante, sigue conmigo.

Hablemos del Intestino y la Flora Intestinal nena, de la caca y esos sucios detalles

El 15-20% de la población mundial padece de Colon Irritable, Sobrecrecimiento bacteriano o alguna otra enfermedad crónica funcional digestiva.

Y el 40% de nosotros tenemos problemas digestivos en algún momento, y de seguro prefieres hablar de CUALQUIER COSA en lugar de como huelen tus gases o los ruidos intestinales, pero aquí vamos a hablar claro.

¿Sabes porqué? 

Porque es muy importante, mucho más que las fotos y videos de gatitos

Hipócrates, el padre de la medicina, dijo:

“Todas las enfermedades empiezan en el intestino” 

Hipócrates

Pero por alguna razón extraña, hemos preferido olvidarlo y centrar la vida en suplementos o sólo medicamentos para aliviar las molestias.

Así que ponte tu sombrero de Indiana Jones – antigua, pero vaya peliculón – que vamos a descubrir de qué trata todo esto de la flora intestinal y su influencia en la salud.

Si lo piensas bien, tu vida está muy influenciada por tu salud digestiva.

Una de cada cinco personas se ausenta o falta al trabajo debido a sus síntomas digestivos

Y un 28% de personas evitan salir a comer a la calle por temor a un tener una urgencia digestiva y no tener un baño cerca.

Piensa además que lo que comemos y servimos en la mesa también afecta a nuestros hijos y nuestros nietos.

Por lo tanto, debemos empezar a sintonizar y escuchar a nuestro segundo cerebro, nuestro “compañero en el crimen”, nuestro intestino y su flora intestinal.

Todas las bacterias de tu intestino pesan aproximadamente 2 k, y son unos 100 billones de pequeños gremlins, entre bacterias, virus, hongos y organismos que simplemente viven relajados en nuestro cuerpo, principalmente en nuestro tracto digestivo, y se les conoce como nuestro microbiota intestinal.

En realidad, mucho de lo que sabemos del intestino y la microbiota intestinal es reciente, de los últimos 10 a 15 años. 

Pero aún hay mucho que desconocemos de la flora intestinal.

Lo que me sorprende es lo que se va descubriendo y haciendo público cada día, y que hace unos pocos años NO TENÍAMOS NI IDEA.Para que tengas una idea de la importancia de la microbiota intestinal, algunos de los descubrimientos más relevantes éste último año 2019 han sido:

  1. Como alimentar tu microbiota intestinal con el tipo de fibra que necesita
  2. Científicos identifican dos bacterias de la microbiota intestinal relacionadas con la salud mental
  3. Defendamos la pobre patata: cómo el almidón resistente de las papas afecta la microbiota intestinal
  4. Dietas bajas vs altas en grasas ¿Cuál es mejor para la microbiota intestinal?

Poco a poco nos estamos dando cuenta de la importancia de la flora intestinal en la salud y bienestar general, incluyendo el sistema inmune.

Se está invirtiendo mucho dinero en investigaciones sobre la microbiota intestinal y su relación con enfermedades como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, Parkinson e incluso la salud mental, pero la información no nos llegaba necesariamente a simples mortales y en términos simples de entender…hasta ahora.

Por eso, en el podcast Nutrición y Flora Intestinal como Claves de tu Salud te cuento muchos de esos conceptos, descubrimientos y consejos en castellano simple, sin tanta terminología científica.

Vale, mucho rollo Luis, pero cuéntame más sobre la flora intestinal.

En realidad el término correcto es microbiota intestinal.

Pero desde hace muchos años se le conocía popularmente como “Flora Intestinal”.

Aunque como te he dicho, con la variedad de pequeños bichos que tenemos creo debería llamarse fauna más que flora.

Pero en fin, que yo no soy el que pone los nombres.

Toda esta cantidad de bichitos, unos 100 billones aproximadamente, son mucho más que la población mundial, que se estima en 7545 millones de personas según Census.gov.

Colocadas una al lado de otras, las bacterias de todo tu cuerpo podrían dar dos vueltas y media a la Tierra.

Si hubieras oído esto de millones de pequeños bichos viviendo dentro tuyo hace unos años, habríamos arrojado estos bichos fuera de nuestro césped.

A la calle, sin aviso de desalojo ni ninguna contemplación.

SIN EMBARGO, resulta que los necesitamos.

Los científicos están comenzando a tratarlos como un órgano por derecho propio, así que bienvenidos al escenario, pequeños bichitos: ha llegado su momento de brillar.

Se está descubriendo que no solo superan en número a nuestros genes (1.3 a 1), sino que son potencialmente más influyentes que ellos.

Son un ejército que definitivamente queremos tener a bordo, y afortunadamente, ellos están dedicados a nosotros desde el nacimiento.

Incluso si inconscientemente en el mundo occidental hemos estado haciendo todo lo posible por destruirlos (¡traición!), pero de esto te hablaré más adelante.

Estas bacterias las vas adquiriendo a lo largo de la vida.

Empiezan a colonizar el cuerpo desde el momento de parto, cuando nacemos, al pasar por el canal vaginal.

Un feto en desarrollo está casi completamente aislado de los microbios de su madre en el útero, lo que podría ser mortal para el niño frágil.

Justo antes del nacimiento, la vagina de una mujer embarazada adquiere nuevas especies bacterianas que, si no fuera a tener un bebé, normalmente vivirían en su intestino.

Luego, estas especies son empujadas hacia la piel, los ojos y la boca del bebé a medida que pasan por el canal de parto durante el parto vaginal.

Este literal “bocado” de microbios establece el microbioma del recién nacido para un comienzo saludable.

El canal de parto también suministra a los recién nacidos la bacteria Lactobacillus, que ayuda al bebé a digerir la leche y desarrollar el sistema inmunitario.

Y la leche materna proporciona a los bebés una dosis saludable de bacterias

De hecho, los estudio sugieren que aproximadamente el 10% de la leche materna de cada mujer contiene carbohidratos complejos que no pueden ser digeridos por el bebé, pero que fortifican las bacterias de la microbiota de un bebé.

Esto sugiere una larga coevolución que los humanos hemos tenido con estos organismos.

Los bebés que nacen por cesárea no se bañan en las buenas bacterias del canal de parto, sino que obtienen la bacteria de las manos del médico o de cualquier otra cosa que haya permanecido en la habitación del hospital.

Como consecuencia, los científicos creen que los bebés con cesárea pueden tener riesgos ligeramente mayores de desarrollar alergias, asma, infecciones intestinales y diabetes, aunque estos riesgos a largo plazo no son tan conocidos.

Los científicos están experimentando con el frotamiento de bebés recién nacidos por cesárea con paños cargados de bacterias del canal de parto de la madre, para reemplazar lo que perdieron durante el parto.

Si los estudios demuestran beneficios a largo plazo, esto puede convertirse en una práctica estándar.

Esta flora bacteriana se sigue adquiriendo y modificando durante la lactancia materna, y sobre todo se termina de definir en los primeros 3 años de vida.

Pero además, ya de adultos, esta microbiota intestinal puede ser modificada en cuestión de días por cambios en la dieta, el estrés, ejercicio u otras variaciones en tu estilo de vida.

¿Por qué necesitamos la flora intestinal? 

Sin ponernos en plan religioso o filosófico, podríamos simplificar diciendo que nuestra microbiota intestinal es buena, inteligente e importante.

O sea lo que piensan de sí mismo algunos políticos.

Buena, porque nos protege.

Saben perfectamente, mejor que tu cerebro, la diferencia entre bichitos malos (en medicina llamados patógenos) y aquellos que no lo son, que quizá están de paso de vacaciones en tu intestino por unos días a consecuencia de esos dulces o tus excesos del fin de semana.

Inteligente, porque estos mini gremlins son mucho más rápidos y ágiles que las células de tu cuerpo.

Éstas últimas no pueden cambiar y adaptarse tan rápidamente como estos bichitos de la flora intestinal, que son unos ninjas que cambian de acuerdo al ambiente donde estén.

Pueden incluso intercambiar trocitos de DNA (de código genético) entre ellos, como un “mercado de bolsa de valores de microbios”. 

Importante, porque interviene y le ayuda a tu cuerpo en un gran número de funciones indispensables para la vida, como la producción de hormonas, regulación del sistema inmune, digestión de los alimentos, absorción de nutrientes, producción de vitaminas, regulación del apetito, producción de serotonina y un largo etcétera.

La vida moderna generalmente tiene un impacto negativo en tu intestino

Que tu microbiota intestinal esté en plena forma y sea una buena y variada comunidad de microbichitos saludables puede tener un enorme impacto en tu salud.

Y lo mejor de todo es que podemos hacer mucho para cambiar y mejorar nuestra microbiota intestinal.

En el mundo occidental, además de los walkman, internet u otras cosas que nos han facilitado la vida, hay unas cuantas cosas que están destrozando el perfecto equilibrio de tu jardín intestinal de microbios.

Primero, los alimentos procesados llenos de azúcares añadidos, aditivos y emulsionantes.

Siempre has escuchado que la comida procesada es mala para la salud, pero recientemente debido a cómo altera nuestra flora intestinal nos estamos dando cuenta del PORQUÉ.

Luego….

Los antibióticos. Se ha abusado de su uso.

Son necesarios y han salvado muchas vidas, pero son como una bomba nuclear en la “guerra contra las bacterias”.

Nos despojan de todas las bacterias (los “campeones” buenos y las malas) y permiten que las más fuertes – a veces las malas- se hagan cargo. Así volvemos al punto de partida, un círculo vicioso.

Y por último…

Hemos creado un ambiente muy limpio y demasiado estéril.

No digo que vayas apestando por ahí sin bañarte o con la ropa sucia a una comida de trabajo, pero esa obsesión por lavarse las manos veinte veces al día, exceso de desinfectantes, o que los niños no toquen el suelo o los animales, puede estar matando algunas bacterias buenas que realmente necesitamos.

Debemos ser amigos de nuestra microbiota intestinal

Hoy por hoy no podemos decir con exactitud cuál es el perfil de microbiota intestinal más saludable, porque eso puede variar de una persona a otra, dependiendo de donde viva, su entorno, sus hábitos de alimentación y su genética, entre otros factores.

Pero sabemos que a mayor variedad (diversidad) de estas bacterias, mejor.

Y para eso tenemos que estar más expuestos a las bacterias.

Más contacto con la naturaleza, con los animales.

Dejar que tu niño se revuelque en el suelo, en el barro, o jugando con su mascota no tiene que ser del todo malo.

Después de todo, eso lo hacían nuestros antepasados, y te aseguro que tenían mucho menos enfermedades autoinmunes o problemas digestivos.

Los estudios y guías clínicas sobre cómo mejorar la microbiota y salud intestinal son aún muy NUEVOS.

Y de seguro que en algún momento en el futuro, además de coches que se conduzcan solos, hoteles en la luna y un sin fin de adelantos tecnológicos, las investigaciones estaran tan avanzadas que tendremos recomendaciones de nutrición y salud personalizadas.

Quizá en un futuro próximo sepas exactamente qué tipos de bacterias necesitas, y tendrás suplementos con probióticos y prebióticos hechos a medida para que te los tomes con tu café en el desayuno.

Pero hasta entonces, hay varias claves que debes tener en cuenta en tu alimentación y estilo de vida -y con base científica- para mejorar tu flora intestinal y bienestar general, mientras los científicos siguen buceando en la información y haciendo experimentos.

¿Y cuál es esa recomendación mucho más asquerosa e importante que decías, Luis?

Pues mirar en la taza del water cada vez que haces caca, y tomar apuntes de ello.

¿Cómo? No te espantes…

En este artículo con las claves para mejorar tu flora intestinal te cuento los “sucios” detalles.

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